Depresión: a mí me pasó

No tiene nada de raro, ni nada de malo. No me voy a esconder y a decir que nunca me ha pasado solo porque me gusta hacer cómics y chistes...

Hace tiempo que estoy con esto, sí. Es algo que no se va tan rápido como uno quisiera, pero no es tan malo. Tener depresión es algo que pasa, y mucho. Les contaré un poco del tema...

Todo comenzó el año pasado, el día en que me empecé a dar cuenta de que mi abuela, con la que vivía en ese entonces, estaba comenzando a tener pérdida de memoria progresiva. Con los inicios de estos problemas productos de la edad vienen muchos detallitos, como cambios de humor, mañas, angustia... No me malinterpreten, yo adoro a mi abuela, pero de repente vivir con ella se comenzó a poner difícil. Sumado a esto, por los errores que cometía preparando comida (y no dejaba que yo la preparara) sumado al estrés, tuve un brote de helicobacter pylori en mi estómago, que es la bacteria causante de úlceras. Tuve dolores horribles todo el primer semestre, sin que se determinara con exactitud esto hasta mediados de año. Lo que recién se supo a principios de septiembre, cuando finalmente me dieron un tratamiento de 6 remedios diarios... sí... ugh... 

ADEMÁS, mi querido pololo de esa época comenzó a hartarse de que estuviera todo el día buscándolo por apoyo... o consuelo... o cariño... o lo que fuera... pero no tuvo el valor de decírmelo, simplemente se volvió distante a ratos, cosa que me dolía enormemente (hice un cómic de eso, por ese periodo)

Todo esto significó para mí un gran estrés... lo que comenzó a minar mi ánimo.

Comenzó con irritabilidad, o desbordes emocionales, en los que no era capaz de centrar lo que sentía, todo se volvía muy confuso. Me sentía mal, no quería estar en casa, pasaba todo el tiempo con mi ex que ya estaba harto de mi humor de mierda. No

lo culpo, la verdad, yo misma estaba harta de mí. Hasta un día en que me dí cuenta que ya era demasiado... tras una discusión, tuve mi primer bajón serio. Recuerdo haber estado recostada en mi cama, queriendo dormir para siempre, que me cubriera el polvo y la tierra. Me imaginaba cómo crecían plantas sobre mí y cubrían mi sueño, aislándome para siempre. Lo que, extrañamente, me daba paz y consuelo.

Traté entonces de pedir ayuda. Llamé a mi familia, que me dijeron que no necesitaba un psiquiatra, que yo sólo estaba llamando la atención, y no sabían por qué. 

Yo sabía que lo necesitaba, presentaba muchos síntomas característicos de un Trastorno Depresivo Mayor:

1. Anhedonia: dejé de disfrutar, sentir placer en escuchar música, ver películas, bailar, actuar... cosas que me gustaban muchísimo.

2. Ánimo bajo: tenía llanto fácil, no me daba cuenta cómo estaba casi siempre más apagada de lo que normalmente soy.

3. Pérdida de peso: No sé si fue por eso, o por el problema del estómago, pero perdí el gusto por la comida. Ningún sabor era lo suficiente, nada me sabía bien. Ni mal. Nada. Estaba muy muuuy delgada, me lo decían seguido.

4. Falta de energía: estaba cansada todo el día, sentía ganas de dormir todo el tiempo.

5. Disminución psicomotriz: suelo ser muy expresiva en cuanto a gestos, en retrospectiva me doy cuenta cómo dejé de moverme tanto. Estaba demasiado cansada como para eso.

6. Dificultad o incapacidad de tomar decisiones: todo dejaba que otros lo decidieran por mí, mis padres, mi ex... dejé de sentir gustos propios y me aliené mucho a los de mi ex. Podía disfrutar a través de él, era lo que me quedaba. Lo único que tenía era la energía de un ya muy aburrido ex... 

7. Problemas de concentración: Ya era muy difícil estudiar, lo que me preocupaba mucho.

8. Pensamientos de muerte o suicidas: No tenía, solo tenía ganas de dormirme y no despertar más. 

Ya con eso estaba segura: estaba deprimida. ¿Cómo sucedió esto y por qué necesitaba un psiquiatra? ¿un loquero? ¿yo? ¿tengo cara de loca acaso? Sí, bueno... un poco. La cosa es la siguiente: un periodo prolongado de estrés puede hacer brotar una enfermedad. Eso lo sabe mucha gente. Bueno, la depresión ES una enfermedad. No es estar triste, o tener solo estos síntomas. Hay cambios a nivel cerebral, hay rastros físicos de la enfermedad que son difíciles de determinar con un examen, pero que se pueden sacar por descarte: no hay anemia, hipotiroidismo...etc... Lo que pasa es que el cerebro estresado funciona diferente, con niveles anormales de hormonas y neurotransmisores que estimulan la respuesta de alerta en el cuerpo de forma natural, pero que en exceso produce deterioro de algunas funciones. Hay muchos antidepresivos para eso, y no son como una "happy pill" que te tiene happy todo el día, reaccionan lentamente y estimulan al cerebro a producir más sensibilidad a lo placentero, prolongar los estímulos positivos... lo que toma al menos dos semanas en hacer efecto. Son "drogas" porque afectan al sistema nervioso central, pero con supervisión médica y control regular hacen maravillas... sin que uno vaya por la vida haciendo locuras ebrias.

Ahora estoy mucho mejor, pero considero que tenía que contar esto. No puedo decir que estar en terapia y deprimido es algo que se pase rápido, pero definitivamente es algo que te hace crecer. Es como un antes y después, porque debes plantear y replantear muchas cosas, recordar otras, desechar unas cuantas. Aprender a reconocer qué es lo que te hunde y qué te hace surgir. Quienes son tus amigos, quienes no deberían serlo. En resumen, es un montón de trabajo. 

Para cualquiera que esté con depresión o esté tratando a alguien con depresión: esperen recaídas, esperen sentirse perdidos, esperen destapar cosas por las que no tenían idea que sufrían; esperen encontrar una total nueva oportunidad de felicidad, una oportunidad mucho más plena que la que han experimentado antes ¡Mucho ánimo! 

Creo que este corto muestra bien lo que es tener un trastorno mental, haciendo una tierna metáfora con un cocodrilo: